TAL VEZ, PODAMOS PARECER MOÑAS

Tal y como dice el título, podemos parecer moñas al hablar de una pobreza que no se refiere únicamente a la ausencia de recursos monetarios, si no a la ausencia de relaciones sociales, de interacción alguna e incluso de cualquier tipo de convivencia compartida.

Pero esto no deja de ser importante para poder desarrollarse satisfactoriamente. Existen miles de maneras para ayudar a quienes puedan encontrarse solos: saludar al verlos, ayudarles a hacer la compra, prestar cualquier otro estilo de ayuda práctica, conversas con ellos aunque sea brevemente... En definitiva, se trata de mantener viva y retroalimentada esa esencia de sociedad que aquí, en España, debido a las nuevas tecnologías y a la presente mentalidad individualista, cada vez se va deteriorando más y más, paulatinamente.

Con respecto a quienes puedan padecer esta situación: encontrarse decaído, no ver final a este tunel gris... todos estos pensamientos y sentimientos son NORMALES, pero no por ello debemos de reforzar esa falta de actitud. Centros de día, voluntariados en organizaciones sociales... cada vez son más las actividades en las que cualquier ciudadano puede participar, y así, lograr disipar esta pobreza de la que tanto hablamos, y así, poder enriquecernos de nuevo con el resto de compañeros de vida.