España, junto con Italia, es uno de los países más afectados por el Covid-19 y ha impuesto un estricto confinamiento desde el 14 de marzo. Aún no se conocen con precisión las consecuencias económicas y sociales de esta crisis, pero es seguro que aumentarán tanto el desempleo como la pobreza. Ante esta crisis sin precedentes, el gobierno está considerando la creación de un ingreso universal para evitar una explosión.
La renta basica es una suma de dinero que el Estado distribuye a todos los ciudadanos de forma regular, sin condiciones y sin justificación. Así, toda la población sin excepción recibe la renta universal, que los ciudadanos pueden complementar con un salario o una de las rentas de capital (intereses de inversiones, dividendos, rentas percibidas, etc.).
Según sus defensores, permite que se pague un ingreso a todos los ciudadanos, asegurando así que nadie caiga en la indigencia total. En efecto, la asistencia social no siempre es recibida por quienes la necesitan, porque el hecho de solicitarla tiene un efecto estigmatizante, y las personas más vulnerables se pierden en la complejidad administrativa.
En segundo lugar, el ingreso universal permite simplificar y aclarar la asistencia social agrupándolas en un solo ingreso que se paga a toda la población.
Sin embargo, el ingreso universal tiene sus críticos. Esos ingresos representarían sumas considerables de dinero que tendrían que ser financiadas por un aumento de la deuda pública o por recortes de otros gastos. Todo depende de la cantidad que se pague: un ingreso universal bajo es financiable pero no erradica la pobreza, pero una cantidad mayor plantea la cuestión de la financiación.
Además, se critica la idea de pagar un ingreso a toda la población. Los más ricos no necesitan recibir pagos del Estado, que debería centrarse en los más pobres. Por ello, la "renta universal" propuesta se asemeja más bien a una extensión de la asistencia social, como es el caso de España.
España es, junto con Italia, uno de los países más afectados por el Covid-19 y ha impuesto una estricta contención desde el 14 de marzo. Aún no se conocen con precisión las consecuencias económicas y sociales de esta crisis, pero es seguro que aumentarán tanto el desempleo como la pobreza.
Por eso el gobierno socialista de Pedro Sánchez ha anunciado su intención de crear una "renta universal" que, en primer lugar, sólo cubriría a la población más necesitada. Este "ingreso universal" podría ser de 440 euros al mes.
La idea del gobierno español sería mantener esta medida una vez terminada la crisis sanitaria para hacerla permanente. Las modalidades exactas, así como su costo y financiación, aún no se conocen.
¿A favor o en contra?